Nadie se ha detenido a mirar.
Los letreros siguen pululando luz de neón
Los turistas en idiomas extraños
Siguen entrando y saliendo de la urbe
Cargados de dólares...
La locomoción colectiva insensible
“Taponea las arterias de la ciudad
Un ruido infernal se toma la calle
Sepultando a mitad de semana
A mi amigo que transita con su soledad
Bajo mi camisa
Sediento de un sol mejor...
Un día no va ver luz, seremos ciegos porque todo se tornará negro con el smog. Al mismo tiempo una maquina gigantesca aspirará esta bruma. La misma nos deja sordos con ese ruido infernal que trae el progreso. Así seguiremos, sin ver el error que cometimos y sin escucharnos para apoyarnos.
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